Esta ruta es ideal para hacerla con niños casi de cualquier edad por lo corta y fácil que es: una hora para ir y otra para volver (unos 6 km), que podremos alargar mucho tiempo más disfrutando de cada sitio por donde vamos pasando y viendo preciosos paisajes de la sierra madrileña.
Nos adentraremos en el recién creado Parque Nacional de Guadarrama a pasar un día en una laguna de origen glaciar situada a los pies de la montaña más emblemática de Madrid, el pico de Peñalara.Para llegar hasta allí podemos ir con el coche hasta el puerto de Cotos, por la A-6, tomando la salida hacia Villalba y Navacerrada, por la carretera M-601 y subiendo hasta el mismo puerto de Navacerrada, donde nos desviaremos a la derecha hacia el puerto de Cotos por la M-604.
Viniendo de Alcalá de Henares, otra opción puede ser ir por la A-1 hasta la salida hacia Lozoya y Rascafría, por la M-604, y tras dejar atrás el monasterio de El Paular empieza la subida hasta el puerto de Cotos.
En el puerto de Cotos hay aparcamientos donde dejar el coche y en esta época del año (septiembre a noviembre) no suele haber grandes problemas para encontrar sitio. Aún así, si hace buen tiempo es recomendable llegar pronto, pues la afluencia de vehículos será mayor.
Una vez en el aparcamiento, con las mochilas preparadas, y los niños ávidos por empezar su excursión, cruzamos al otro lado de la carretera y subimos por un ancho camino empedrado hacia la “Casa del Parque” donde encontraremos mucha información sobre nuestra ruta y el Parque Nacional. Buen momento para aprender un rato cosas de la naturaleza.
Seguimos caminando subiendo una cuesta no muy larga, adentrándonos entre los árboles hasta llegar al mirador de “La Gitana”. Allí podemos descansar y los niños seguro se divertirán jugando a identificar montañas, los puntos cardinales, averiguar la hora en un reloj de sol…, ¡qué os puedo contar!.
Un poco mas allá llegamos al “cobertizo del depósito” desde donde sale, por unas escaleras a la derecha, un sendero que nos llevará directos a la laguna. Este sendero discurre entre entre árboles al principio y después se abre para mostrarnos unas vistas espectaculares.
Finalmente llegamos al circo de la laguna, en cuya entrada hay una pequeña chocita circular para los guardias forestales, y caminando más allá por un camino pavimentado en madera y tras una divertida subida muy fácil llegaremos a la laguna de Peñalara.